Cuando el dinero disuelve a… tu pareja

No siempre ambos miembros de la pareja generan los mismos ingresos, por ende, a veces los gastos destinados al hogar se inclinan hacia algunos de los dos.

Sino estamos conscientes de ello a largo plazo podría desgastarse la relación. CUANDO UNO DE LOS MIEMBROS APORTA EN SU TOTALIDAD SE COMPORTA COMO PADRE Y EL OTRO SE CONVIERTE EN UN HIJO En el caso de los hombres que asumen el rol de proveedores totales del hogar, caso común y casi aplaudido socialmente, se presentan dinámicas en las que ella puede perder su rol de Hembra y convertirse prácticamente en una hija, generando en el hombre sentimientos de insatisfacción, hartazgo y aburrimiento hacia su pareja, ya que la mujer se llega a limitar solo a complementar el dominio “hogar y familia” sin poder contribuir a la relación desde otras perspectivas enriquecedoras de tipo intelectual, social o económico. Otro ejemplo sería, cuando la mujer ya ha comprendido la importancia de la realización profesional más allá del dinero, y en algunos casos asume en forma mayoritaria o permanente la carga económica del hogar, convirtiéndose en “proveedora”, por ende genera en sí misma sobrecarga, pues generalmente no se desliga del todo del rol femenino que le corresponde en el cuidado de los hijos y las tareas propias del hogar, aunque el compañero, sea eficiente en dichas actividades. Ambas dinámicas pueden propiciar el fin de la relación. Al estar desajustado el dominio financiero pilar importantísimo en la construcción de la familia. Disolviendo el vínculo. Sí deseas obtener algunas soluciones al respecto, te invitamos a seguir nuestro próximo post Tres soluciones para compensar el presupuesto de ambos

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