El Hombre Desvalorizado

Me encantaría conocer sus opiniones sobre esto Chicas!!!! Y por qué no Chicos

La sociedad por años ha cargado sobre los hombros masculinos la responsabilidad de la provisión familiar.

En estos nuevos tiempos también se espera que asuma de forma compartida la crianza y las tareas del hogar. Más, por supuesto, sus otros roles, amigo, profesional, hijo, pareja sí es el caso…

Roles que también debe compartir la mujer en forma equitativa.

Esto dice la teoría.

Pero, lo cierto es que cada familia tiene su dinámica.

El estigma de hombre-proveedor, mujer-cuidadora y protectora del hogar, sigue arraigado en niveles muy profundos.

La fisionomía lo expresa, el hombre Fálico que Da, la mujer en Copa que Recibe.

Pero, es un constructo imaginarium ya que el hombre también recibe y la mujer también da.

Debe mantenerse el flujo constante en ambos de Dar y Recibir más allá del genero si esperamos que la relación sea estable y se mantenga.

El equilibrio natural de la Vida a través de cultivar nuestras relaciones desborda cualquier precepto de identidad de género.

Inconscientemente las mujeres nos recargamos aún mentalmente, aunque tengamos la ayuda, con las tareas y los hijos, el hogar. Y, los hombres con el tema de ser sostén pueden dejar de lado sus otros roles indispensables que le hacen desarrollarse como un Ser pleno y feliz.

Igual nos pasa a nosotras, cada una en su ámbito.

En este tipo de dinámicas, ambos se agobian.

Al no entender el ritmo compartido y mantener la confianza firme en el proceso de vinculación.

Lo cierto es que, tanto a hombres y mujeres nos ha tocado ser ampliamente multifacéticos, para responder de la mejor manera posible, y más que a las expectativas externas, al sentimiento de autorealización en cada uno de los dominios de vida: salud, pareja, familia, crianza, amistades, empleo y finanzas.

Sumado ahora a los cambios que vivimos en pandemia, toca hacer un reencuadre realmente importante para salir los más gozosos posible.

Podemos empezar, asintiendo, aceptando que hombres y mujeres somos parte de un todo más grande. Que solo la colaboración, el trabajo en equipo y la comunicación franca, abierta apoyarán el crecimiento de los miembros de la pareja y sus hijos.

El balance en cualquier relación de paridad, compañeros, vecinos, amigos, socios, hermanos. Tenderá a crecer mientras exista la Ley de Compensación propuesta por Hellinger.

La Ley de Compensación reza: de lo bueno que recibas devuelve más, de lo malo, menos, para fijar límites y poder continuar con el flujo positivo de Dar y Recibir.

De lo bueno que reciba, siempre más para hacer crecer el amor sin importar si eres mujer u hombre , no importa si es material, emocional. El balance es la clave.

Hombres, reflexionar sobre la culpa al no poder proveer al “mundo entero”. Que la provisión a sus familias sea un acto gozoso y armónico para ustedes y ellos, sin angustia. Con ligera confianza en lo superior, no como una obligación.

Finalmente la provisión Universal no viene de hombres o de nosotras las mujeres, viene de Dios y el Orden Divino Unificado de cada Sistema. La armonía, la paz, la alegría hacen fluir la prosperidad, es bueno mantenerse allí.

Las mujeres valoramos esto enormemente.

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